¿Qué es la clasificación de bordes?

Los jugadores han estado ideando varias estrategias para vencer a los casinos en vivo desde que se abrió el primer casino físico hace siglos. Una de esas estrategias notables es el conteo de cartas, inventado por Edward Thorp en la década de 1960 para el blackjack. Sin embargo, existen otras estrategias de trabajo, como la clasificación de bordes, que fue utilizada por Phil Ivey para ganar grandes juegos de baccarat. Pero, ¿qué es exactamente la clasificación de bordes? ¿Es una estrategia legal para apostar en los mejores casinos en vivo? Para conocer las respuestas a estas y muchas otras preguntas, sigue leyendo!

La clasificación por bordes representa una estrategia de juego inteligente y matizada, en la que los jugadores disciernen el valor de las cartas basándose en pequeñas irregularidades en los diseños de sus reversos. Este método puede parecer inicialmente complejo, pero se reduce a la hábil observación de defectos sutiles e involuntarios en el reverso de las cartas. Al aprovechar estas ligeras imperfecciones, los jugadores obtienen una ventaja estratégica. Si bien esta técnica se asocia más comúnmente con el baccarat, su utilidad se extiende a otros juegos de cartas como el blackjack y el póquer, donde una observación atenta puede cambiar el rumbo a favor del jugador. La eficacia de la clasificación de bordes radica en la capacidad del jugador para detectar y recordar estas pequeñas inconsistencias, transformándolas en una poderosa herramienta durante el juego.

Para la mayoría de los jugadores ocasionales de cartas, el reverso de una carta boca abajo parece indistinguible de otra. Sin embargo, para el experto en clasificación de bordes, aquí es donde realmente comienza el juego. Estos jugadores poseen un nivel excepcional de agudeza visual y una gran experiencia en la mesa de cartas, lo que les permite identificar cartas basándose únicamente en los patrones de su reverso.

El papel de la fabricación de tarjetas en la clasificación por bordes

El secreto detrás de la clasificación por bordes reside en el proceso de fabricación de las tarjetas. Ocasionalmente, durante la producción, se producen ligeras variaciones en el corte de las tarjetas, lo que da lugar a patrones ligeramente diferentes a lo largo de los bordes. Para los no iniciados, estas discrepancias son casi imperceptibles, pero para un jugador con ojo entrenado, estas variaciones son tan claras como el día. Pueden detectar los signos reveladores de diferentes cartas examinando los bordes que muestran cuando las cartas están apiladas o extendidas.

Los clasificadores de bordes profesionales perfeccionan esta habilidad con el tiempo, desarrollando un agudo sentido de atención al detalle que les permite distinguir entre tarjetas que parecen idénticas a la mayoría. Esta habilidad no es algo que surge de forma natural; A menudo es el resultado de horas de práctica y un profundo conocimiento de cómo se producen y utilizan las diferentes barajas de cartas en los casinos en vivo. Esto explica por qué casinos en vivo Cambie de mazo con frecuencia, ya que una clasificación experta puede cambiar drásticamente las probabilidades en un juego, brindando a los jugadores perspicaces una ventaja significativa. Por lo tanto, la clasificación de bordes, aunque no se practica ampliamente debido a su complejidad y la necesidad de habilidades de observación excepcionales, sigue siendo una estrategia fascinante y potencialmente revolucionaria en el mundo de los juegos de cartas de alto riesgo.

La clasificación por bordes, aunque sin duda es un desafío, presenta una oportunidad única para inclinar las probabilidades a tu favor cuando juegas en un casino en vivo. La ventaja potencial obtenida mediante esta técnica puede llegar al 7%. En términos prácticos, por cada 100 dólares apostados, la clasificación por bordes podría, en teoría, generar un retorno de 7 dólares. Si bien este margen puede parecer modesto a primera vista, resulta muy atractivo para los jugadores de apuestas altas.

Considere el escenario de apostar $500 por mano. Con la clasificación por bordes, esto podría resultar en $35 adicionales por mano. Si un jugador participa en 50 manos en una hora, esta estrategia podría generar $1,750 adicionales en ese período de tiempo. Estas cifras ilustran por qué la clasificación por bordes es particularmente atractiva para los grandes apostadores, quienes pueden aprovechar sus grandes apuestas para amplificar sus ganancias.

Sin embargo, es importante reconocer la realidad de depender de la clasificación perimetral como fuente de ingresos constante. Mantener un estilo de vida únicamente a través de esta estrategia requiere una financiación sustancial y los riesgos involucrados no son insignificantes. Además, ganar constantemente mediante la clasificación de bordes puede llamar la atención en el casino. Los jugadores de alto perfil, especialmente aquellos que ganan con frecuencia, a menudo se encuentran bajo escrutinio. Los casinos son conocidos por sus medidas contra los jugadores que tienen demasiado éxito, especialmente si sospechan de una estrategia poco convencional como la clasificación de bordes. Por lo tanto, si bien la clasificación de bordes puede ser lucrativa, requiere una cuidadosa consideración de los aspectos financieros y prácticos de los juegos de casino.

Los casinos a menudo consideran la estrategia de clasificación de bordes como una trampa flagrante, mientras que muchos jugadores de casino la consideran un juego con ventaja legítima. Los propios jugadores no fabrican las cartas del juego de mesa, por lo que creen que no están haciendo nada malo.

Sin embargo, la ganancia de 9,6 millones de dólares de Phil Ivey y su socio Cheung Yin Sun en el casino Borgata jugando al baccarat dio lugar a una demanda por acusaciones de trampa. En 2016, un juez federal dictaminó que los jugadores reembolsarían al casino 10 millones de dólares.

Curiosamente, el juez de distrito de Estados Unidos, Noel Hillman, dictaminó que los jugadores no cometieron ningún fraude. En cambio, descubrió que los jugadores violaron las reglas del casino que prohíben marcar las cartas. Aunque no marcaron físicamente las cartas, los jugadores aprovecharon las pequeñas imperfecciones de las cartas.

En otro caso, el casino Crockfords en el Reino Unido se negó a pagarle a Phil sus 11 millones de dólares ganados en una sesión de 2012. Los demandó, pero volvió a perder en el Tribunal Superior del Reino Unido después de que un juez clasificara la clasificación por borde como "trampa". Se señaló que el caso habría resultado diferente si Phil hubiera detectado las cartas mediante una simple observación en lugar de arreglar deliberadamente la baraja.